La delegada del Gobierno en Extremadura, ha presidido hoy el acto de la firma de la cesión de un tramo de la antigua carretera N-630 del Ministerio de Fomento al Ayuntamiento de Garrovillas de Alconétar. La firma ha tenido lugar en la sede de la Subdelegación del Gobierno de Cáceres y también han asistido el ingeniero-jefe de Demarcación de Carreteras del Estado en Extremadura, José Manuel Blanco Segarra, y el alcalde de la localidad cacereña, Cándido Javier Gil Pizarro.
La cesión contempla el tramo comprendido entre el punto kilométrico 528,797 hasta la margen izquierda del embalse José María Oriol, de aproximadamente una longitud de algo más de cuatro kilómetros.
La delegada del Gobierno ha señalado “que este acuerdo de cesión es un claro ejemplo de colaboración entre instituciones para buscar el bien común de los ciudadanos” y ha advertido que se da así “una respuesta en un tiempo razonable al corte que por motivos de seguridad se había producido en la zona para evitar cualquier tipo de riesgo y posibles accidentes”.
Herrera ha recordado que se trata de un área bastante transitada, sobre todo los fines de semana, tanto por visitantes como zona de recreo, sobre todo pescadores, como también por los propietarios de los inmuebles de la zona. A éstos últimos sí se les permitía el acceso a sus viviendas y explotaciones agroganaderas.
“Se trata de un área de dominio público hidráulico en el que había un riesgo de seguridad vial claro, y por tanto se tenía que dar una respuesta legal y administrativamente adecuada para alcanzar la mejor solución posible, que creemos que esta cesión que hoy se materializa con esta firma”, ha declarado.
A partir de ahora, con esta cesión, Cristina Herrera ha instado a potenciar, si así lo cree conveniente el Ayuntamiento, el uso recreativo-deportivo de la zona en colaboración con Confederación Hidrográfica del Tajo.
