Medio centenar de personas, en su mayoría del colectivo de mayores, acudían en la tarde de ayer Cine Victoria de Segura de León a la charla informativa convocada para este grupo por la Guardia Civil de la localidad, en la que su sargento D. Juan María Robledo Cardenal les prevenía ante posibles robos, estafas o timos.
Robledo realizó una exposición de los diferentes peligros a los que están expuestos los mayores, y cualquier persona en general, aconsejándoles a evitar sitios solitarios, no llevar mucho dinero encima, los bolsos cruzados o las pertenencias de uso diario en diferentes bolsillos de la vestimenta cuando salgan a la calle.
En las viviendas el sargento les indicó que es conveniente tener poco dinero y joyas, desconfiar de técnicos de luz, agua, gas, etc… de los que no se les haya solicitado sus servicios, tener al menos la cadena echada y no dejar nunca la puerta abierta por mínimo que sea el tiempo en el que vayan a estar ausentes.
Viajar solo con lo necesario estando muy alerta de las maletas, ir al banco siempre en compañía, no llevar claves apuntadas en la cartera, no enseñar las facturas telefónicas o no dar números de cuentas, fueron otras de las decenas de sugerencias que realizó Juan María a sus vecinos durante su presentación, manteniendo siempre un tono divertido que hizo romper las, a priori, barreras existentes entre la autoridad y los asistentes.
Antes de mostrar varios vídeos ilustrativos de las diferentes estafas existentes, Robledo indicó todos los teléfonos tanto de Guardia Civil como de Policía Local a los que tienen que acudir los ciudadanos a la mínima sospecha de amenaza, así como el de las asistencias médicas. También advertía que ante robos de tarjetas o móviles, tenían que proceder a darles de baja con celeridad, inclusive antes de acudir a la Guardia Civil.
Para terminar los mayores contaron las experiencias negativas que han vivido respecto con este tipo de incidentes, solicitaron la ayuda de los cuerpos de seguridad para algunas situaciones de su vida diaria y se pusieron en evidencia alguna de las costumbres del pueblo que se deberían erradicar como prevención a posibles ladrones, finalizando la jornada con una gran ovación para el sargento.