La poeta extremeña Lupe García presenta el día 16 `Un ático en ruinas� en la Casa de la Cultura de Monesterio

El próximo viernes 16 de diciembre, a las 20.30 horas, el hall de la Casa de la Cultura de Monesterio acogerá la presentación del libro ‘Un ático en ruinas’ de la poeta extremeña, Lupe García Araya, de Stela Literaria.

Un trabajo en el que su autora ha calificado que ha necesitado sobre todo tiempo para ordenar y seleccionar los poemas. “Un Ático en Ruinas’ estaba escrito desde hacía tiempo, pero no acababa de buscar el momento y sacarlo a la luz”, aclara la de Ribera del Fresno.

Y es que el nombre del poemario corresponde a unos versos de uno de los poemas. Un homenaje, nos dice, “a los recuerdos de mi infancia, a mi madre,  a saber que una en la vida puede subir y bajar de un momento a otro”.

Y es que esta ribereña comenzó a escribir desde hace mucho, nos dice, “es un tópico, pero todo el mundo empezamos en la adolescencia, luego nos vamos puliendo. Siempre hay trabajos que te gustan más unos que otros, pero quizás esta última etapa me veo más madura a la hora de transmitir lo que escribo, así le escribo a la vida, a la muerte, al dolor, al amor. Mi poesía es puro sentimiento, es una poesía intimista”. 

De este modo confiesa que su poesía invita al recogimiento, a la nostalgia, a las ausencias, a interiorizar lo que cuenta, “y por supuesto siento satisfacción y paz”.

Lupe García se define a ella misma como una persona normal y corriente, introvertida,  sensible, a  la que le gusta refugiarse en la poesía y en su mundo. Así como que escribe porque le llena de paz y a la vez, saca de su interior todo aquello que le daña. Porque la poesía le sana y le da vida, así lo mismo te puede comparar la poesía con una manta que le abriga de las inclemencias que suceden a su alrededor.

Le preguntamos por sus musas, por su inspiración, y ésta cuidadora de profesión lo tiene claro: “Me inspiro en todo lo que me rodea, pero sobre todo en historias de la gente, en los sentimientos de los demás y en los míos propios, como el amor y desamor, le tristeza, las guerras….

Para este trabajo tan cuidado, la tercera de cuatro hermanos, Diego, Alfonso, Guadalupe y Juan Fernando, reconoce que llevaba tiempo sin sacar un libro, “aunque tengo mucho escrito, soy muy pudorosa a la hora de publicar y compartir mi poesía, me lo pienso mucho. Aunque esto puede ser un gran defecto para los que escribimos, podría decir, que busco el momento”.

Así como que el libro estaba escrito desde antes de la pandemia y este también ha sido uno de los motivos de retrasar la publicación, “ya que no podía hacer presentaciones, ni hacer convocatorias de gente. Pero bueno, ya está aquí “, celebra esta madre de dos hijos, Celia y Pablo, motor de su vida.

Símil que bien podemos utilizar con esta prosa que presenta ahora en Monesterio como hijo recién llegado, cuando preguntamos por este nuevo parto, doloroso pero satisfactorio: ‘Así es, ambas cosas, los partos siempre son dolorosos y después viene la satisfacción cuando tienes el libro en tus manos, es una alegría inmensa”.

Y se despide con una recomendación al lector, “que la gente lea poesía, nos hace más sensibles, conectamos más con lo que nos rodea y nos acerca a los demás, nos alimenta espiritualmente. Cuando uno escribe y otro lo lee y ambos conectan, surge la magia de un entendimiento muy especial.”